Para este 2 de abril, Día Mundial de la Concientización sobre el Autismo, la ONU ha propuesto el siguiente tema: “Transformación: hacia un mundo neuro-inclusivo para todos”. Este es un hecho histórico pues se nos pide cambiar radicalmente la narrativa sobre el autismo pasando del énfasis en curas o “recuperaciones” para centrarnos en el Paradigma de la Neurodiversidad.
Mirar el autismo desde esta perspectiva supone reconocer que no existe un tipo de cerebro mejor que otro, que la “normalidad” no es un fin sino el conocimiento de cada variación neurológica; que el centrarnos en los talentos y posibilidades de los autistas no implica negar la discapacidad ni dar los apoyos necesarios.
El Paradigma de la Neurodiversidad enseña que cada persona es valiosa por su existencia y no por aquello que hace o que produce, en ese sentido es, también, una ética.
Cambiar la narrativa, la historia del autismo será aceptarlo, dar los apoyos y ajustes para una inclusión que convoque una convivencia real, trabajar en pro de sus derechos y garantizando la dignidad de cada uno. Sobre todo reconocer que el autismo no es enfermedad, tampoco es trastorno, es una identidad. Es parte fundamental del modo en que la persona percibe y está en el mundo. Comprender esto es la base para re-conocernos en una realidad nueva, la del respeto.
A partir de esta fecha podremos decir que empezaremos a concientizar desde un 2 de abril verdaderamente autista.