Skip to content Skip to footer
Frecuentemente, se nos pregunta

¿Qué enfoque tiene EITA?
¿Qué tipo de “terapias” hacen?

Conceptualmente, trabajamos desde un enfoque centrado en el Paradigma de la Neurodiversidad y nuestra práctica nos compromete en la creación de una cultura del autismo. Esta mirada, como concepto y práctica, explica que dentro de la diversidad humana, las personas que poseen conformaciones cerebrales diferentes a ta típica (“neurotípica”) tendrán procesamientos distintos de la “realidad” (distintos neurotipos). Así, nos oponemos a denominaciones y concepciones basadas en la “enfermedad” o el “trastorno”.

Consideramos la necesidad de ir más allá del discurso neurotípico de la “normalidad” para construir uno de la neuro divergencia como posibilidad y fuente de creatividad.

Consideramos que el autismo no supone ni una enfermedad ni un trastorno sino, mas bien, una una condición de vida. Personas cuya forma de procesar, sentir y estar en el mundo los colocan, cuando existen barreras sociales, en situación de discapacidad.

No existe, entonces, una “cura” pues no se trata de una enfermedad. Debemos proporcionarles herramientas para comprender nuestro entorno y nosotros aprender a establecer puentes con ellos. Nuestra apuesta será siempre de una convivencia donde la equidad y la ética del cuidado sean claves.

Hacemos énfasis en potenciar las habilidades y destrezas específicas (talento cuando se trata de sus intereses profundos) y acompañar generando estrategias propias para interactuar pero también modificando los entornos en pro de las necesidades individuales.

Establecemos contacto con instituciones educativas, laborales y civiles con el fin de explicar en qué es el autismo y cómo, adecuando el entorno, podemos lograr que se desarrollen creativa y personalmente de manera eficaz, en un marco de respeto y convivencia mutuos.