Las personas autistas adultas no la hemos tenido fácil. De haber sabido nuestra condición cuando éramos mucho más jóvenes, muy probablemente habríamos contado con una crianza mucho más adecuada y con estrategias para resolver los desafíos usuales de criar personas autistas en un mundo alista.
Por este motivo, rogamos que se apueste por la detección temprana.Si bien no existen biomarcadores de autismo, sí se pueden reportar conductas que coinciden con nuestro neurotipo desde la niñez. Empezando en esa edad, podremos lograr mucho. De esta forma, podemos plantearnos una estrategia para socializar y educar una persona autista de forma segura y respetuosa.
Con una aceptación de la neurodiversidad que, paso a paso, se abre camino, es necesario enfatizar en que empezando temprano, desde la infancia, resulta imprescindible para una formación adecuada. Por eso, la detección temprana se vuelve esencial.
Escrito por: Mario Puga / Activista en EITA