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Este 17 de mayo, conmemoramos el Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia. Y no resulta nada agradable conmemorar tal fecha en un clima de desprecio a las minorías sexuales, así como a la idea de que el conocimiento sobre estas en la sociedad peruana debe ser ocultado como pretexto de no “contaminar” la mente de niños, niñas y adolescentes.

Cada día, se va conociendo más y más la intersección entre las comunidades LGBT+ y la comunidad autista. Tiene sentido, si consideramos cómo funciona el cerebro autista y cómo muchas ideas o esquemas de razonamiento alistas no se aplican como tales en los individuos de nuestra comunidad. Lo triste es que, conociendo las circunstancias actuales, tendremos casos de doble discriminación, por la sexualidad e identidad de géneros divergentes y por la condición de autista. Es imposible construir una sociedad justa con tal problema.

Y se pone peor. Los prejuicios que menosprecian la capacidad de análisis de las personas autistas empalman muy bien con las teorías de conspiración sobre un “lobby Gay” o “lobby LGBT” que busca “lavar el cerebro” para aceptar algo que, en circunstancias “normales”, sería inaceptable. Y forman la idea de que se está manipulando a la persona autista joven para creer una identidad “fuera de lo normal”. No debemos permitir que se sigan difundiendo tales mitos doblemente peligrosos, que dañan a ambas comunidades.

Queremos hacer el énfasis que EITA es un espacio seguro y respetuoso para las diversidades sexo-genéricas. ¡Estamos comprometidos en esta lucha!