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EITA

El autismo no es una enfermedad ni un trastorno sino una condición de vida con la cual se nace y que supone un neurodesarrollo atípico.

El Autismo no es una condición que presente un solo patrón. En la actualidad se le reconoce como un espectro denominado “Trastornos del Espectro Autista” – nosotros hablamos de: Condiciones del Espectro Autista (CEA) – donde debemos averiguar cuáles son las potencialidades del individuo autista para tratar de adaptar el entorno a su desarrollo.

A diferencia del cerebro neurotípico (el de la mayoría poblacional), éste está mucho más preparado para las actividades que requieren una mayor capacidad de sistematización de acuerdo con sus motivaciones profundas.

Su tipo distinto de comprensión de la interacción social y de establecimiento de la empatía, hacen que encuentren dificultades para comprender el funcionamiento de la sociedad neurotípica.

Esta levanta serias barreras para su determinación, autonomía y acceso a la calidad de vida.

Así, nuestro enfoque se encuentra dentro del paradigma de la neurodiversidad, en cuanto se señala que existen diferentes tipos de configuraciones cerebrales (neurotipos) y ninguno es mejor o superior a otro, cada uno presenta talentos y dificultades que deben ser superadas mediante los apoyos correspondientes.

Consideramos ante todo la dignidad de la persona autista en cuanto no buscamos “normalizarnos” ni que dejen de serlo, sino que accedan a vivir de manera plena a sus proyectos de vida particulares.

Sobre esta concepción, surge la filosofía de trabajo de EITA.

Para nosotros, las personas autistas son sujetos con los que trabajamos brindando comprensión y apoyos y no objetos que puedan ser mirados a través de un “tratamiento” predeterminado.