Con “detección”, reemplazamos el antiguo concepto de “diagnóstico”. ¿Por qué? Para acentuar que el autismo no es una enfermedad ni un trastorno.
Una detección temprana permite poder brindarte una información oportuna sobre tus necesidades como persona autista, despejar dudar, aclarar inquietudes, desterrar mitos. Permite, también, adecuar los entornos familiares y educativos y hacerlos más amigables. En EITA, hacemos detecciones de condiciones del espectro autista (incluyendo lo que antes se denominaba “Síndrome de Asperger”) desde el año y medio.
El recibir un informe de detección beneficia en varios aspectos. Por un lado, logras un mayor autoconocimiento, lo cual ayuda en la comprensión de nuestras emociones, pensamientos, dificultades, habilidades que podamos tener. Asimismo, ayuda a tener un mejor manejo de nuestras respuestas ante las diferentes situaciones con las que nos enfrentamos. El tener un nombre ayuda a saber que hay un origen, que hay un porqué; en ese momento es donde el alivio se comienza a sentir y las respuestas a tus dudas comienzan a aclararse.