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¿Por qué el azul es el color del autismo? ¿Por qué el rompecabezas como símbolo del autismo? ¿Por qué el 2 de abril? Ciertamente, no por elección de ninguna persona autista sino de corporaciones como Autism Speaks -quienes buscan la “cura” del autismo- y de neurotípicos que en su buena fe creen que, de esta manera, podremos sensibilizar y hacer conocer más sobre el tema.
El problema de la la “buena fe” es similar a la limosna: una migaja que cae de la mesa para acallar la conciencia en vez de invitar a quien la recibe a sentarse al lado. Quienes no participan del convite son las personas autistas.

Las llevamos a los pasacalles, las vestimos de azul, iluminamos edificios, les damos globos, hacemos comparsas pero… ¿alguien les ha preguntado si están cómodos con toda esta simbología y parafernalia que les hemos creado? Los movimientos de lucha por los derechos de las personas autistas están lejos de elegir estos símbolos: “personas, no rompecabezas” es el lema que oponen en estas fechas.

Negar la posibilidad de que el colectivo autista elija sus fechas y banderas es peor que apropiarse de ellas. Quien despoja de sus símbolos a un grupo lo oprime, quien niega que este grupo siquiera los elija los desconoce como sujetos. Los desoye en su deseo, en su acción, en su decir. Ni siquiera se les ve ve como menores permanentes sino como objetos que se pueden llevar a causas que pensamos que serán buenos para ellos y los arropamos con emblemas que nos hacen sentir bien a nosotros más que a ellos.

¿Y si empezamos a escuchar a los autistas? ¿Y si les preguntamos cómo desean que sean sus luchas, los que quieran hacerlas?

Entonces no se tratará de un asunto de buena conciencia neurotípica sino de ejercicio de la lucha del propio colectivo autista: podemos apoyarlos, jamás sustituirlos.

Ernesto Reaño